La magia lunar es tan antigua como la humanidad. Desde que la mujer miró al cielo y comprendió que sus ciclos se equiparaban a los de luna, vislumbró el poder y la capacidad creadora que tenía a su alcance.
Keylah Missen, que nos conquistó con su “Manual de magia moderna”, regresa con una guía clara, sencilla y práctica para iniciarse en esta magia de la naturaleza, con efectivos rituales que nos ayudarán en nuestra evolución personal.
A lo largo de sus páginas podremos aprender meditaciones para invocar el favor de nuestra hermana celeste; así como el modo de llevar a …
La magia lunar es tan antigua como la humanidad. Desde que la mujer miró al cielo y comprendió que sus ciclos se equiparaban a los de luna, vislumbró el poder y la capacidad creadora que tenía a su alcance.
Keylah Missen, que nos conquistó con su “Manual de magia moderna”, regresa con una guía clara, sencilla y práctica para iniciarse en esta magia de la naturaleza, con efectivos rituales que nos ayudarán en nuestra evolución personal.
A lo largo de sus páginas podremos aprender meditaciones para invocar el favor de nuestra hermana celeste; así como el modo de llevar a cabo los poderosos baños de luna, que nos regeneran física, emocional y espiritualmente. Descubriremos cómo emplear las gemas lunares, que son las catalizadoras por excelencia, y nos serán revelados los animales ligados a nuestra compañera nocturna y cómo invocar su ayuda. Además, aprenderemos rituales en Luna Negra para llevar a cabo nuestras propias adivinaciones.
La Luna es mágica y cuando aprendemos a canalizar su energía estamos más cerca de nosotras mismas, sin encorsetamientos ni etiquetas: estamos más cerca de nuestros sueños.
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Keylah Missen es escritora y especialista en terapias naturales y holísticas. Aprendió a utilizar la energía natural y sanadora desde niña de forma intuitiva. Más tarde se convirtió en la aprendiza de una bruja australiana, que le transmitió las enseñanzas de un poderoso maestro vietnamita. Como practicante de magia natural, los ciclos de la Luna y las estaciones marcan sus quehaceres y rituales.